Una solera única para un vino infinito.
Este vino es una pequeña joya de la enología, que proviene de una solera de más de 100 años. Su delicado aroma y sabor hacen cada sorbo uno soplo de vida.
Y es que este vino solo se puede disfrutar en calma, ya que necesitamos de todos los sentidos para entender matices.
Producción anual de 30 botellas.
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